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PULSACIÓN

Encuentro nacional de mujeres

EL ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES

 

 

VEINTICUATRO AÑOS DE UNA PRACTICA QUE IRRUMPE EN LA VIDA COTIDIANA, PARA CUESTIONAR LO INSTITUIDO

 

 

por Inés Gauna

 

Con 24 años de edad (y aún en desconocimiento de muchas, omisión de otros y alegría de miles), sucede cada año un maravilloso Encuentro.

 

Por qué lo nombro Maravilloso?

                         Porque a partir de junio comienza en nosotras la pregunta “¿vas este año?” y ya sabemos de qué hablamos y aquellas mujeres que    no han participado aún, comienzan a entusiasmarse con nuestro modo de relatar.

                        Porque no importan los  kilómetros que debamos hacer para llegar, ni las dificultades que se presenten; año tras  año las rutas argentinas se pueblan de mujeres que gritan “Qué momento qué momento a pesar de todo, les hicimos el encuentro”

                     Y comienza a organizarse la ida y la ausencia, porque irnos por tres días implica para la mayoría “dejar todo  ordenadito”  o nos llevamos la tarea con nosotras (los hijos por ejemplo)

 

                     Porque cada año miles de mujeres vamos a encontrarnos llevando con nosotras los bolsos, los hijos, el mate y las instituciones.

Cada año miles de mujeres  con siglos de historia.

 

                    El cansancio físico se resigna cuando la emocionada voz de las que nos esperan grita “¡¡¡Mujeres Bien Venidas!!!!”

                     Y lo maravillo se manifiesta en todo su esplendor, ovación de pañuelos, banderas, manos en alto, cuerpos multicolores en movimientos que son  conjuro de brujas a tanta opresión.

 

                       Luego la ciudad elegida será “tomada” por todas  y los desprevenidos pobladores comienzan a notar la ruptura de lo habitual.

 

                      Mujeres, mujeres por doquier, que buscan con mapas lugares para encontrarse a discutir. Sesenta temas de discusión planteados en estos tiempos de crisis institucionales, sesenta problemáticas en los que nos miramos a nosotras mismas, Identidad, sexualidad, trabajo, política, adolescencia, violencia, trata de personas, abuso y explotación, tierra, vivienda, educación, tecnología, campesinado, pueblos originarios, deuda externa, cultura, comunicación….y muchos más espacios problematizados  y debatidos, en que pensamos  nuestro rol y la mirada de cada una aportando a los cambios.

20.000 sujetas que buscan decir su palabra, en más de 200 talleres de discusión.

 

                  Y continuando con el porqué de lo  “maravilloso” , es que no todo es acuerdo y puntillas y cintitas rococó.

                   Hay mucha pasión!!

                    Discutimos, argumentamos, desacordamos, proponemos, Escuchamos.

                    Nos enojamos, hasta el grito, nos emocionamos hasta el llanto.                 

 

                  Pero no rompemos, “¡¡ Pero…¿Cómo es posible?!!” Pregunta la triste historia de rupturas permanentes de muchos de los proyectos colectivos.

Es posible porque no es la propuesta armar estructuras que nos precedan y perduren , el ENM es proceso en cada una, de todas para todas, pero no necesitamos permanecer.

Las propuestas surgen de las realidades de cada una de todas..

 

                      Porque el EMN, no crece en  rígidos programas de orden y resoluciones,  no es el objetivo.  El ENM sucede, para que fortalecidas podamos regresar con otra mirada a pensar con los compañeros los lugares donde sí tenemos que participara para resolver.

Y poco a poco ir buscando los modos de revertir el orden.

Y esto es maravilloso por oposición.

 

Porque no buscamos la igualdad, para eso bastará con conocer y hacer valer los derechos. Lo que nos une es el respeto a los diferencias, étnicas, sexuales, amorosas, metodológicas.

Luchamos por sostener nuestras diferencias subjetivas. Entendemos y /o queremos aprender  a comprender la diferencia.

      

                El ENM es ruptura de lo cotidiano para 20.000 modos de ver, sentir y hacer y pensar. Ruptura de una realidad que durante tres días es debatida, relatada, ad-mirada y pensada para generar cambios,  y está claro que esos cambios serán primero en cada una para luego ser parte decisiva de los cambios estructurales que juntos y juntas creamos necesarios.

               Vida Cotidiana, es tiempo, espacio, ritmo más o menos constante, algo esperable, conocido.  Esta ruptura que son los encuentros viene a desmitificar lo inmutable.

                 Viene a frenar aquellas incuestionadas prácticas del sistema patriarcal capitalista, donde somos  objetos, sumisas, consumidoras, sostenedoras, y necesarias reproductoras. Herramientas fundamentales de todo régimen de opresión y explotación. 

              El ENM, en esta ruptura de lo cotidiano, devela los abusos silenciados desde su génesis.

                  Viene para que las compañeras que traen los mandatos masculinos partidarios, aunque se enojen, puedan irse pensando que ellas además de su programa también tienen mucho que decir.  

Y claro para que muchas compañeras puedan con emoción comprender “Si te pega no te quiere” y que “no soy un caso aislado ni raro”, pero sí callado, humillado.

 

Entiendo importante destacar una problemática sustantiva de los encuentros, y es la legalización y despenalización del aborto.

Necesidad que dado el aumento de muertes por abortos sépticos y la llegada a los hospitales de mujeres en grave estado, obligó a que desde el Ministro de Salud se planteara la problemática, sin embargo luego quedó silenciado

Por qué?

Porque además del negocio económico que significa, el aborto es Símbolo del impedimento del ejercicio de la libertad .

 

No hay dudas, que el fundamentalismo religioso,  va a dar guerra a todo cuanto tenga relación con el derecho a gozar de nuestra sexualidad, pero en ello no están solos, los acompañan los gobiernos de sistemas  de apariencia democrática  pero que en los hechos se manifiestan totalitarios.

 

Entonces, podemos ir resumiendo las posibles líneas de comprensión de los ENM.

        Concluimos con consensos, no hay votos que excluyen la posición de las minorías.

         Es autoconvocado,  nadie obliga ni impide la presencia de cualquier mujer que así lo desee.

          Es autofinanciado, los gastos se resuelven con las inscripciones (de costo muy bajo y no excluyente), con adhesiones y pedidos de ayuda económica que siempre son mucho trabajo y pocos pesos.

          Es federal, cada año  algunas compañeras de distintas provincias se proponen y argumentan y todas  definimos por aplausos   .

 

              Identificamos enemigos, el patriarcado, el capitalismo, el orden doctrinario de la iglesia.

             Tenemos anhelos, la libertad de los cuerpos, el derecho a decidir sobre ellos, el derecho a elegir a quien amar, la libertad de hacer, y  de cuando decir que no.

                           Sabemos que en tres días por año (aunque sean 24 años) no haremos ninguna revolución, pero  más allá de los discursos escépticos, devastadores, y nostálgicos,  volvemos con cuestionamientos de las prácticas y las instituciones.

Regresamos a nuestros lugares con la convicción de que SE PUEDE!!!

 

1 comentario

sandra hoyos -

muy buena, la publicación...sobre el encuentro.
Participè y mucho de lo que se relata es lo que sucede, el encuentro en sí es lo màs enriquecedor, el desafio es multiplicarlo.
saludos!!